Novedad en DVD

      Jackson Pollacs empezó pronto a dirigir. A los catorce años ya disponía de una cámara de vídeo con la que pudo realizar sus primeras experiencias audiovisuales, con sencillos argumentos en los que no faltaba el juego escénico de médicos y enfermeras, tan habitual entre primitos. Se le reconoce habitualmente buen ojo para la composición y un cierto dominio en la dirección de actores, especialmente de Alistair MacPilas, siempre eficaz, aunque algo envarado, y la profunda, abismal, Susan Vaguins, a los que siempre se ha mantenido fiel. Suele rodearse de técnicos de probada eficacia, entre ellos, su esposa y montadora preferida, Anita Coñines y el reconocido fotópornógrafo Raúl Entredosaguas, de exquisita sensualidad en la captación de matices procaces. Su primer vídeo comercial, ‘El maestro que da grima’ apuntaba maneras de buen hacer, con originalidad en el tratamiento de asuntos tan manidos como el del sesenta y nueve y el coito con menores. ‘El sargento Pollatriste’ –el título no hace justicia al falo continuamente enhiesto y juguetón de Alistair MacPilas ni al de su segundo, Íñigo el Babosa- es su novena producción para adultos y quizá la mejor de su videografía. Apostando decididamente por el 3D, sale airoso, en general, de la prueba. Magnífico plano subjetivo, por ejemplo, el de la diuca de MacPilas visto desde el interior mismo de la húmeda gruta de la Vaguins en la tercera de las diez cogidas del vídeo, con sus mareantes acercamientos y alejamientos de o a cámara, hasta el extático final de la secuencia en que el tomavistas salta de nuevo al exterior, junto con el semen de MacPilas, recobrando la compostura y la flacidez original. Seguimos echando de menos, no obstante –y es un reproche que debemos seguir haciéndole- una mayor variedad argumental y un tempo más sosegado en los prolegómenos de los sucesivos coitos que, de tan seguidos, no dan tiempo a la recuperación del espectador. Que Susan Vaguins siga interpretando a ingenuas colegialas con trenzas a sus cincuenta y tres años para seducir a su amante habitual, MacPilas, suena, después de las nueve producciones anteriores, a déjà vu, en el que los corrimientos seménicos de su protagonista incluso llegan a verse venir por anticipado, restando el necesario suspense, amén de causar una cierta hilaridad que llega a distraer al espectador del enjundioso contenido. A destacar, entre el excelente elenco de vergas y brevas secundarias, la de la joven, jovencísima, Angelines Coñiflor que, a pesar de su inexperiencia interpretativa, consigue trasmitir al espectador el morbo inherente a sus trece primaveras y está llamada a ser, sin duda, la sucesora de la Vaguins en su papel de colegiala y la del no menos adolescente y bien dotado actor Lopene de Verga, ambos debutantes. El sonido directo, repleto de matices afrodisíacos, completa un vídeo que, si no tan redondo como hubiéramos podido esperar de la probada eficacia de Jackson Pollacs, se ve con agrado, simpatía y excitación. El DVD incluye innecesarios subtítulos en español, checo, latín y francés, partición en escenas y los habituales extras “make off”, fichas técnicas y una segunda pista de audio con los comentarios del director en inglés (sin subtitular). Viene con un primoroso condón retardante estriado, tanto exterior como interiormente, talla XXL de sesenta y nueve mm. de diámetro, aunque se puede cambiar por otro más pequeño, de hasta cincuenta y siete mm., con sabores fresa o chocolate, y un paquete con diez toallitas de papel, una por chingada o moje.



Ilustración por gentileza de Camelia Davidescu

3 comentarios:

  1. Bueno, me parece el rizo de la definición de la definición que se contiene a sí misma. Buenísimo. Ironía de la fina....

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Bandolera Bando, ya sabía que podía contar contigo. Pero, cuando te plazca y lo estimes oportuno, también puedes zarandear, incluso zaherir, si quieres.

    ResponderEliminar
  3. ¡Leñes!! No había visto el cuadro, es una magnífica explosión de color.

    ResponderEliminar