Cuando perdí la fe

 a Kierkegaard in memoriam

El Ángel, como todo el mundo sabe, sujetó la muñeca de mi padre y señaló hacia el carnero enredado en las zarzas. Lo que nunca se ha dicho es que, a pesar de ello, mi padre siguió intentándolo y el Ángel tuvo que forcejear con él, empleándose a fondo, para impedirle clavar su cuchillo en mi corazón incircunciso.
Pero no fue la obsesión sacrificial de mi padre la que me hizo perder la fe, sino el hecho de descubrir, mucho tiempo después, que, desde el principio, mi madre había estado al tanto de la maquinación y, sin embargo, había guardado un silencio entre sumiso y cómplice, al respecto.

10 comentarios:

  1. Bíblico.... Y precioso. Parece, y no es la primera vez en tí, el inicio de una novela.

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    1. Juas, juas. Otro cupón y recibirás gratis el certificado.

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  2. Coincido con el punto de vista de Bandolera, Janial.

    Un micro de fondo biblico -de traición biblica, debería decir- con una destacable organización de la materia narrativa en la que brilla la lucidez crítica.

    Gran trabajo.

    Un abrazo.

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  3. Gracias Pedro, por tu visita y tu comentario. En breve recibirás el certificado.

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  4. Magnifico tu relato dice tanto en sus palabras, que traspasan el alma de quien las lee... y asi sale a la luz lo que estaba escondido por miedo.
    Mil gracias por tu huella bloguera .
    Besos de luz y de color que ya esta aquí la primavera y luce con hermosa belleza.

    MA.
    El blog de MA.

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    1. Gracias, MA por tu visita y tu jugoso comentario. Ayer día 21, en invierno (incluso nevó en Madrid) y hoy en primavera. El clima está que desborda cualquier expectativa.

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  5. Janial mil gracias por tu huella bloguera en el post dedicado a la primavera con las palabras de Antonio Machado.
    Tus palabras escritas en el comentario del post son de agradecer...pues dicen :que es de bien nacidos ser agradecidos.

    Un abrazo fraternal de MA.

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    1. Gracias de nuevo, MA. Yo, cuando visito tu blog, me siento muy a gusto y espero y deseo que quienes visitáis éste, también os encontréis en él como en vuestra casa.

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  6. Nunca entendì muy bien lo que estuvo a punto de ocurrirle a Isaac, tù me lo has aclarado, ya era hora...jajajaaa

    Muy bueno

    un saludo

    fus

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  7. Gracias fus por tu visita y tu comentario. La idea era la de provocar una sonrisa. Pero hasta ahora nadie me había dicho que tuviese gracia. Esto reconforta.

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