El librero de Alejandría

El librero de Alejandría existe, se llama Paco y vive en León, Su consultorio literario se halla en la  calle Fajeros nº 2: Alejandría Libros. Dejaos guiar por él.

(Entra)
- Buenas.
- Buenas.
- Venía buscando un libro de poemas.
- ¡Vaya, vaya, así que un lector extravagante con rima en asonante! ¿Lo quiere a lo bestia o un título en particular?
- Mas que un título, un autor.
- ¿Le vale igual una autriz?
- Por supuesto, por supuesto, es sólo para regalar.
- Comprendo. Déjeme ver…un momento…enseguida vuelvo. Voy a la trastienda a ver qué encuentro.
-Tranquilo, no tengo prisa
- Más le vale… 
-(como se nota que este librero es también poeta ¡Qué bien rima en asonante!)
-(vuelve con un infolio in cuarto) … e voilá.
- Sí, éste es. ¿Qué le debo?
- Déjeme un momento que lo piense…
- Ya le he dicho que no tengo prisa.
- Vamos a ver, así que son… (…y me llevo tres…)…ehhh, veintitrés tristes horas con cuarenta minutos.
- ¡Jodó! ¿Y no me puede quitar el IVA o la tristeza o, a ser posible, los dos?
- (Éste quiere negociar). Le advierto que viene con las relecturas incluidas en el precio.
- Así y todo…
- Los tengo más baratos.
- Tampoco le pido tanto. En fin, ¿Cree que lo disfrutará?
- Con los libros de poemas, es difícil aventurar juicios. ¿Es hombre o mujer?
- ¿Quién?
- ¿No es para regalo?
- Es cierto, ya se me había olvidado. ¿Importa eso?
- ¿El qué?
- Si es para hombre o mujer.
- No, es sólo curiosidad. ¿Se lo envuelvo en celofán?
- ¿Sube mucho el precio?
- Entre diez y doces segundos. Depende de las prisas.
- No. Mejor, démelo como está. ¿Admite pagos con tarjeta de visita?
- ¡Naturalmente!
- Perdone si le he molestado, sólo quería confirmar su probidad profesional.
- No me ha ofendido.
- Por cierto, ¿no tendrá libros para niños?
- A muy buen precio.
- Póngame uno, también con versos.
-¿Para regalo o compromiso?
- No lo sé. Es para mí.
- Compromiso entonces. Veamos que hay por aquí. ¿Le gusta éste?
- ¡Es en prosa!
- Déjeme ver… se equivoca… es verso libre, señor, con algunas rimas despistadas.
- ¡Ah!, sí, es verdad,.. Pero…a un niño... no sé yo.
- Es bueno que empiecen pronto.
- Tiene razón. ¿Cuánto vale?
- Con los libros para niños es difícil calcular. Un momento, por favor.
- Mi impaciencia tiene un límite.
- Tengo que consultar… Como es de segunda mano, se lo dejo en veinte minutos.
- ¡Demasiado barato!
- ¿En qué quedamos? Se lleva dos obras maestras ¡por veinticuatro horas!
- Visto así…Aquí tiene mi tarjeta.
- truncan lunas truncan lun…La máquina me la ha aceptado. Pero le advierto, señor, que está a punto de caducar.
- No se preocupe. Lleva años así.
- Yo no me preocupo por nada. Sólo insinúo. Aquí tiene su recado. Vuelva cuando guste por aquí.
- Vale.
(Sale)

  
Ilustración: Camelia Davidescu

8 comentarios:

  1. Buen post he leído amigo bloguero.
    Interesante su texto.

    Gracias mil por entrar a leer el poema
    Kama Sutra...

    Besos de MA.
    El blog de MA.

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  2. No es sencillo conseguir que el lector se ría y reflexione en una misma pieza, y eso es lo que me llevo de tu regalo, Janial.

    Un abrazo,

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  3. Eres muy bueno con los diálogos. Muy divertido. Gracias,
    Esteban.

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    1. MA, Pedro y Esteban: no os he oído llegar. Se ve que tengo el enlace mal configurado y no sonó el timbre cuando vinisteis. Gracias a los tres por vuestra visita.

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  4. Un placer entrar de nuevo a tu casa virtual a leer y dejar huella.
    Besos de luz.

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