Si es que quieres sabiamente
componer una espinela,
no te hace falta vihuela,
pero has de tenerla en mente.
Si no la tienes presente,
ponte un disco de “la Parra ”
aunque toque a la guitarra;
y si rematas la estrofa
-no te lo digo de mofa-
Cómete una butifarra.
¿Qué por qué una butifarra?
Porque te la has merecido
por haberlo conseguido
al compás de una guitarra.
Échale un tiento a la jarra,
que ya has cumplido el destino
de componer un espino;
y los buenos embutidos
entran mejor, si servidos
con una jarra de vino.
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