Lo malo es que el juicio final no acaba de arrancar. Que si
las pruebas periciales, que si los aplazamientos, que si los defectos de
forma... y aquí estamos todos, los vivos y los muertos, sin tener muy claro qué
hacer ni como comportarnos los unos con los otros.
Lo más importante...dar amor en todas sus acepciones, lo primero a nosotros mismos.Tratar con respeto y transmitir alegría.... Y voila.
ResponderEliminarQuizá el amor sea la respuesta. Quizá el amor suspenda el juicio e impida los juicios. Gracias, Elena por su lectura y comentario.
EliminarEsto del juicio final es tan desconcertante que no se si esperarlo viovo o muerto.
ResponderEliminar¡Aguanta, Antonio, aguanta, leñes, que son dos días, hombre!
EliminarJuicio final, sin juicio.
ResponderEliminarEste mundo esta perdiendo el juicio, por que no hay juicio.
Abrazos y feliz día.
MA.
El blog de MA.
Cierto, M.A., ni hay jucio ni "quien se lo ponga", je, je.
Eliminar